Antes de su investidura como Cardenal de la Santa Iglesia y Párroco de de Aquila y Priscila (la misma de +Jaime), el Arzobispo de La Habana concedió una entrevista al Servicio de Comunicación de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, la cual dice mucho sobre este virtuoso Pastor cubano.
“Hoy —reconoce— la Iglesia misionera tiene muchos retos. No contamos, por ejemplo, con una emisión radial ni televisiva con mensajes religiosos, por eso hay que ir casa por casa, servirse de las grandes asistencias a celebraciones y de las patronales de santos.
“Pero lo importante es que sembremos la semilla. Siempre pregunto a las personas cuántas matas de mango han sembrado y muchas dicen que ninguna; entonces digo, cuántos mangos se han comido en la vida: miles… Pues la fe es algo así, una semilla que tú depositas, quizás nadie sepa quién la sembró —como en el caso de la mata de mango— pero está dando frutos. Lo nuestro es sembrar y sembrar y sembrar. Siempre habrá fruto, porque la palabra de Dios no regresa vacía”.